¿CÓMO SER UNA BUENA AMIGA?

30.7.19

Sara Souza

Es bueno y agradable tener a alguien con quien contar. Alguien para compartir nuestros planes diarios, metas, secretos, preocupaciones, sueños y tonterías. Pero a menudo solo nos damos cuenta de lo importante que es esto cuando nos sentimos “solos”. Y eso es cierto, de vez en cuando nos sentimos solos, incluso cuando no lo estamos. Entonces decidí escribir sobre la importancia del estímulo y el amor.

Una vez mientras veía una serie, un muchacho dijo que la diferencia entre él y los agentes de la CIA era que los agentes de la CIA sabían cosas sobre las personas, como los nombres, dónde viven, dónde nacieron y a qué se dedican, mientras él sabía quiénes eran las familias, dónde les gusta comer, qué suelen comprar, dónde van a divertirse, etc.

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Ahora tómate un momento y piensa en alguien con quién vives, un amigo de la escuela o la iglesia, alguien con quien sueles hablar. ¿Cuánto sabes sobre esta persona? ¿Has notado el tipo de música que le gusta escuchar o cómo actúa cuando está cansada o triste? ¿Sabes qué hace esta persona para pasar el tiempo? ¿Sabes si ella ya ha conocido a Jesús como Señor y Salvador?

¿Tuviste que trabajar duro para pensar en estas respuestas? Si es así, es posible que no estés invirtiendo lo suficiente en la vida de tu amigo. Si no es así, debes ser felicitada por tomarte el tiempo para invertir y conocer a tus amigos. Puede sonar tonto, pero dime, es gratificante cuando hacemos algo por alguien y la persona nos mira con esos ojos que dicen: “Vaya, realmente me conoces”, ¿no? Y también es genial cuando nos pasa a nosotros. Cuando alguien presta atención a nuestras señales y detalles que la mayoría no nota. Nos sentimos amados e incluso inspirados. Amor y aliento. Dos cosas muy importantes en la vida de cualquier cristiano.

Hay un pasaje muy hermoso en la Biblia que habla muy bien sobre él. Está en Romanos 12.9-16:

“El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien. Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente. Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu. Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración. Ayuden a los hermanos necesitados. Practiquen la hospitalidad. Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan. Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran. Vivan en armonía los unos con los otros. No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. No se crean los únicos que saben”

Pablo nos llama a practicar el amor genuino. Una clase de amor que solo aquellos que fueron amados por Jesús pueden practicar. Él dice: “Ama a tu hermano de verdad, no finjas estar interesado en sus problemas. ¡Realmente conoce lo que sucede con él! Ora por él, llora con él, ríe con él. Ayúdale a ser paciente y perseverante en la Palabra”. El apóstol nos dice que debemos invertir nuestro tiempo en la vida de las personas y que esto no es una pérdida de tiempo. Esto es un privilegio. Gracia, pero Pablo nunca dice que sea fácil, porque no lo es. Renunciar a lo que queremos ayudar a alguien no siempre parece genial a los ojos de nuestro ego, y aquí es donde debo evaluar lo que es realmente importante: ¿satisfacer a nuestro ser o satisfacer a Dios y aún tener el privilegio de compartir el don del amor con alguien?

Si todos los días te despertaras desanimada, y alguien te enviara una nota con palabras de aliento, como “He estado orando por ti”, “no te rindas, Jesús te ama a ti y a mí también”, eso seguramente cambiaría tu día. Piensa en eso.

¿Qué puedo hacer o decir para mejorar el día de alguien? Enumera algunas cosas que te ayudarán a recordar practicar esa verdad. Has una lista de las personas en las que te gustaría invertir, ya sea orando, escuchando, hablando, etc. Ora y pídele a Dios que te muestre cómo actuar en cada situación.

Finalmente, me gustaría decir que todo esto solo es posible porque tenemos un Dios que nos ama incondicionalmente. Que Dios te bendiga.

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Texto original en portugués del blog Conselhos Para Meninas, traducido y editado con permiso por el equipo del blog Chicas en la Verdad.

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