8 FORMAS PRÁCTICAS DE HACER QUE EL AÑO VALGA LA PENA
25.2.19Karen Szymanski
La semana pasada compartíamos que si queremos tener un año que valga la pena, no lo lograremos por nosotras mismas. Si no leíste la publicación todavía, ve a leerla y luego vuelve para continuar, trabajaremos con algunos conceptos del artículo pasado, entonces leelos aquí.
Continuando, como leíste en el otro artículo, si quieres que tu año valga la pena y te pones metas como ser la mejor alumna del curso, ser una mejor hija, envolverte más en la iglesia, llegar a ser una persona más saludable, etc; si no haces estas cosas con la motivación correcta al final ellas no valdrán la pena, tu esfuerzo será en vano.
Si eres una hija de Dios tu motivación a la hora de hacer todas las cosas debe ser darle la gloria a él, sólo así cumpliremos el propósito para el cual fuímos creadas, y ese propósito es vivir para Dios.
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Vivir para agradarle, haciendo aquello que Dios nos llamó a hacer, que todos vean a través de nuestra vida quien él es, mostrar con nuestras actitudes su santidad, pureza, amor, bondad; es a eso que llamamos vivir para su gloria.
“Porque todas las cosas proceden de él, y existen por él y para él ¡A él sea la gloria por siempre! Amén” (Romanos 11.36)
Una vida con propósito, es una vida dedicada a Dios. Por eso, necesitamos vivir dedicadas completamente a Dios antes de dedicarnos a otras cosas, las ocho formas prácticas de hacer que tu año valga la pena, no tienen nada que ver con comer más sano, leer más libros, dormir más; aunque todo eso sea importante, más importante es invertir en tu relacionamiento con Dios, con aquel que te ama y quiere obrar en tu vida.
A continuación 8 formas prácticas que harán que tu año de verdad valga la pena:
1. Lee la Palabra de Dios
“Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella” (Salmo 1.1, 2)
Además de ser uno de mis salmos favoritos, estos versículos me están diciendo en otras palabras que la verdadera felicidad en la vida de una persona depende de que ella se refugie en Dios y de que lo conozca, podemos hacer eso a través de su Ley (su Palabra, la Biblia).
Sí, sé que muchas veces no tenemos ganas, o no “sentimos” que tenemos que leer la biblia porque cansa un poco, a veces hasta es más fácil “escuchar” algo de la Biblia, pero creéme, leer su Palabra te traera una alegria verdadera, porque es en ella que encontramos más y más de nuestro Creador, si solo vamos a leer la biblia cuando tenemos “ganas” o “sentimos” que debemos hacerlo, lo haremos pocas veces en el año (lo sé muy bien, paso por eso todos lo días).
Si nunca lo hiciste, hay diversas formas de comenzar a leer la Biblia, un versiculo por día, un capitulo por día, los “Proverbios del día”, etc; pero la mejor forma de comenzar es haciendolo en dependencia a Dios, pidiendole a él que te muestre lo que quiere de su Palabra, y creeme lo hará, por eso te muestro la segunda forma de hacer que tu año valga la pena.
2. Orar
“Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor; por la mañana te presento mis ruegos, y quedo a la espera de tu respuesta” (Salmo 5.3)
“Mañana, tarde y noche clamo angustiado, y él me escucha” (Salmo 55.17)
Por la mañana, por la tarde y por la noche, sin importar el horario, Dios está contigo, puedes hablarle y saber que te está escuchando; creeme las veces que oré, Dios trajo calma a mi corazón, una calma sincera, te ama y quiere que dependas de él en todo lo que hagas.
La marca de un corazón que no tiene orgullo y que ha entendido su necesidad de Dios, es la oración.
3. Vive siempre conectada a una iglesia
La semana pasada escuche una frase que me impacto: “para nosotros los hijos de Dios, la iglesia no es cuestión de opción, mas de sobrevivencia”. Así es, necesitamos de la iglesia, ella es tan importante en nuestras vidas que hasta existe un versículo de advertencia para aquellas personas que no participan de una:
“No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca” (Hebreos 10.25)
Quiero que sepas que cuando estoy hablando de iglesia, no me refiero a ese edificio al que vas todos los domingos, me refiero a las personas que van a él, son las personas las que forman la iglesia.
Gracias a Dios hago parte de la misma iglesia desde el día que nací, muchas personas pasaron por esa iglesia y dejaron sus marcas en mi vida, y otras que continuan en ella hasta hoy Dios las usa para también hacer su obra en mí; no voy a mentirte a veces nuestras diferencias en la iglesia son muy grandes, mas es así porque somos personas que necesitan de la gracia y del amor de Dios para vivir, no somos perfectos, pero justamente luchamos juntos para aprender más de nuestro Padre.
“Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras” (Hebreos 10.24)
Sí, formar parte de una iglesia es importante, porque ahí encontramos personas que están buscando lo mismo que nosotros, a Dios, y como decían los belgas en la revolución de 1830: “La unión hace la fuerza”.
Solos no llegaremos a ningún lugar, Dios está contigo, y también colocó personas a tu vuelta para apoyarte y la mayoría de ellas se encuentran en la iglesia. Si nunca has participado de una iglesia, ora pidiendo a Dios que te muestre una, estoy sumamente convencida de que él lo hará, pues te quiere ver crecer.
4. Busca ser discipulada
Ser discipulado es estar dispuesto a aprender de Dios con alguien más maduro espiritualmente, alguien que ya aprendió y continúa aprendiendo sobre Jesús y su obra, esa persona tendrá mucha experiencia para transmitirte sobre su vida con Dios y está ahí para aconsejarte bíblicamente. Esa persona será una bendición en tu vida, así como tú lo serás en la suya, porque juntos crecerán en la búsqueda de aquello que Dios quiere para las dos.
Ora pidiendo a Dios por esa persona y está atenta, talvez ella está en tu iglesia.
5. Haz parte de un pequeño grupo
Sí, ya estoy participando de una iglesia, pero salir y entrar a la mañana todos los domingos es fácil, mi deseo es que te involucres de verdad. Una de las formas en la que hacemos eso en la iglesia a la que asisto es a través de pequeños grupos en donde pasamos un tiempo de estudio más personal de la Palabra de Dios y compartimos, oramos unos por los otros, es ahí donde los relacionamientos con la iglesia se hacen más fuertes.
6. Depende de Dios para vivir
Pasaremos por muchas cosas a lo largo del año, y como estoy diciendo y describiendo necesitamos de ayuda para tomar decisiones, para vivir.
Hay un libro completo en la biblia que habla sobre nuestra necesidad de dirección en la vida, es el libro de Proverbios, ahí encontrarás verdades sobre como hallar sabiduría.
“El temor del Señor es el principio del conocimiento; los necios desprecian la sabiduría y la disciplina” (Proverbios 1.7)
Vivir en temor al Señor es amar aquello que Dios ama y odiar aquello que Dios odia.
“Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas” (Proverbios 3.5,6)
Busca la dirección de Dios todos los días.
7. Recuerda quién eres
“Así que somos embajadores de Cristo...” (2 Corintios 5.20)
Fuíste creada para mostrar la imagen de Cristo aquí en la tierra, no importa en donde estes, que las personas puedan ver el carácter de Jesús en tu vida.
8. Comparte las buenas notícias
“Les dijo: Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura” (Marcos 16.15)
Jesús mandó que hablemos de su Palabra y de su obra a otras personas. Cuando te cuentan algo que acaba de cambiar tu vida, no puedes esperar para contarlo a todas las personas, eso es lo que tenemos que hacer con el mensaje de Jesús, bendecir a otros con esa Verdad también hará que tu año valga la pena.
Sé que estas ocho formas parecen difíciles; para mí algunas cosas de la lista son bien difíciles, pero gracias a Dios por eso, porque me lleva a buscar más de su ayuda, y puedo aprender a depender más de él.
“Pero él me dijo: Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo” (2 Corintios 12.9)
Y tú... ¿Entre las ocho formas prácticas de hacer que tu año valga la pena cual crees que es la más difícil y porque?
¿Cuál crees que es la más fácil?
¿Comenzarás a poner en práctica las 8 formas?
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1 comentários
Me encanta!!😍😍
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