ESA CHICA ES DIFERENTE
23.11.20
Hay algunas mujeres cristianas que brillan como pequeñas piedras de oro cuando son bañadas por los rayos del sol. Las miran atónitos y se preguntan: ¿cuál es su secreto?
No son las mujeres más bellas que hayamos visto, ni las más inteligentes, ni las más refinadas, pero aun así, brillan, destacan entre el resto. No recurren a la vulgaridad, la ropa cara, la sensualidad o cualquier otro dispositivo femenino moderno, pero aún así es imposible no quedar fascinados cuando llegan a algún lado. Su andar, su discurso, sus sonrisas, inspiran respeto y dignidad.
¡Están resplandecientes!
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Pero, después de todo, ¿qué tienen ellas que otras no tienen?
La respuesta es simple: Cristo.
Estas mujeres brillan, no porque tengan una fuente propia, sino porque están iluminadas por los rayos del sol que salen de la cruz. Todo en ellas brilla, porque todos los días están bañadas por la luz de las Escrituras. Son fascinantes, porque se han vaciado y están llenas del amor de Cristo. Desprenden un perfume que hace que la gente quiera estar cerca de ellas, porque pasan más horas hablando de su Creador que hablando de otras personas. Brillan, porque sus oraciones son peticiones constantes de más de Jesús.
Son siervas, que buscan el carácter de Cristo:
“La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. Y, al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz! Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre,para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2.5-11)
¡Oh, amadas, que intentemos ser como ellas, espléndidas mujeres de oración y de la Palabra!
Que nuestro resplandor venga siempre de Cristo, porque ese es el único que nunca se apaga.
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Texto original en portugués de la página de Instagram Preciosa Feminilidade, traducido y editado con permiso por el equipo del blog Chicas en la Verdad.
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