RELACIONAMIENTO PURO Y SIMPLE
4.3.19
Larissa dos Santos Rosa
Hace 8 años atrás cuando tenía 15 años, amaba los fines de semana en el que me reunía con mis amigas y pasabamos la noche viendo películas, y no era cualquier película, tenia que ser aquella en la que el muchacho se enamora de la chica, y en el medio algo sacude ese relacionamiento, pero al final ellos terminan juntos. Lo que es interesante, es que continuó viviendo eso, pero de una forma diferente — ahora soy yo quien ve a los adolescentes y otros jóvenes con ojos brillando para ver las películas románticas.
Con eso me di cuenta que las chicas muchas veces quieren vivir lo que ven en las películas, con un corazón enfocado en cosas superficiales, llamándo a esas cosas de “necesidades”: Piensan que la felicidad es tener a alguien junto a ellas, alguien que les dé tiernos besos y abrazos, todo el tiempo.
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Los pensamientos de jóvenes y adolescentes con mucha influencia de películas, no son nada buenos, porque crean expectativas muy grandes y más adelante acaban frustrandose al no alcanzar aquello que desean.
Lo que necesitaremos siempre, es recordar que como hijas de Dios, debemos cuidar nuestro corazón: “Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida” (Proverbios 4.23).
Cuando cuidamos nuestros corazones, viviremos relacionamientos puros y simples. La idea de un relacionamiento puro y simple, es que igual estando en alguna relación o no, nuestro compromiso primeramente es con ¡Cristo!. Debemos buscar honrarlo y glorificarlo.
¿Por qué llamo a ese relacionamiento de simple?
Porque si entendiste que como hija de Dios tu propósito es glorificarlo con tu vida en todo lo que que hagas, eso se vuelve algo simple, algo que forma parte de tu día a día, no se vuelve un peso para ti, sino que tienes placer y alegría verdadera en vivir de esa manera.
¿Por qué llamo a ese relacionamiento puro?
Porque la pureza debe ser parte de nuestra vida, sea en nuestros pensamientos, sea en nuestras acciones.
“Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio” (Filipenses 4.8)
“La voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual” (1 Tesalonicenses 4.3)
Es muy común también, que cuando alguien inicia un relacionamiento de noviazgo, quiera vivir las ilusiones de las películas, de manera que no glorifican a Dios, vi muchas parejas entre mis amigos que cuando comenzaron sus relacionamientos, se olvidaban del relacionamiento con Dios, y con el pasar del tiempo el desgaste emocional destruía a esa pareja y ambos se volvían personas insoportables.
Si no entendemos que el propósito del noviazgo y casamiento también es para la gloria de Dios, para que su nombre sea exaltado, y que no es solo algo más, es imposible que tengamos relacionamientos, puros y simples.
De forma práctica, buscar relacionamientos puros y simples, siendo soltera o no, es buscar primeramente un relacionamiento con Dios. Cuando nos relacionamos con Él, dejamos de creer en las mentiras de nuestro enemigo, el diablo, incluso cuando no llega nuestro “príncipe encantado” porque no caeremos en la ansiedad de “¿me casaré o no?”, “¿viviré con 7 gatos?”, al contrario de todo eso creceremos en relacionamiento santos que buscan agradar a Dios.
Pero para que eso sea posible es necesario una vida devocional y de mucha oración, estar siempre más cerca de nuestro Padre.
Ya que las películas románticas tienen gran influencia en la vida de los adolescentes y jóvenes, necesitamos llenar más nuestra vida de oración y en nuestro devocional buscar por un corazón sincero, integro y sensible delante de Dios, además de pedirle a él que examine nuestros corazones y ver si hay caminos malos como dice en su Palabra.
“Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno” (Salmo 139.23, 24)
La oración es fundamental para el relacionamiento con Dios, es a través de ella que podemos expresarnos. Igual aunque Dios ya conoce nuestros pensamientos e intenciones del corazón, desea que lleguemos a él con súplicas y ruegos constantes, no podemos dejar de buscarlo; en cada área de nuestra vida, él es siempre Dios.
Relacionamientos fuertes, verdaderos y duraderos, son los que buscan depender de Dios y darle la gloria a Él.
Y tú que piensas...
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Texto para lectura en portugués.
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