5 MANERAS PRÁCTICAS DE GUARDAR TU CORAZÓN

23.4.19

Sara Barratt

Él era uno de los muchachos más piadosos que yo conocía. Nosotros teníamos mucho en común. Desde nuestros gustos para la música hasta los objetivos que habíamos trazado para nuestros ministerios. Él me animaba a seguir a Jesús, y me inspiraba con su amor hacia Dios. No me molestaba que sea muy lindo también.

Yo me había enamorado antes, pero normalmente los admiraba de lejos o los buscaba en las redes sociales. Sólo que esta vez, era él quien me estaba buscando, y queriendo hablar conmigo. O al menos, parecía que sí.

Nosotros vivíamos en estados diferentes, por lo que normalmente nos comunicamos por correo electrónico. Cada vez que su nombre aparecia en la pantalla de mi celular, una sonrisa que iba de oreja a oreja surgía en mi cara y yo podía sentir mi corazón acelerar. Sin pedir ningún permiso, mi corazón estaba enamorándose perdidamente por ese muchacho.

LEE EL POST COMPLETO

En una determinada tarde, después de meses de correspondencia, respondí el último e-mail que él había mandado y me quedé esperando la respuesta. Algunos días pasaron, y nada. Después de unas semanas, todavía no había recibido respuestas. Un mes pasó y yo seguía esperando. Todavía hoy, no he recibido ninguna respuesta de él. Ninguna solicitud de excusa o justificación por la desaparición.En las primeras semanas, me quedaba oscilando entre sentirme esperanzada, confusa, herida o enojada.

Después de algunos meses, finalmente entregué la situación a Dios. La paz descendió sobre mi corazón, aunque todavía me siento rechazada. Por más que la situación haya sido difícil, crecí y aprendí de ella. Mirando hacia atrás veo que podría haber guardado más mi corazón. Sí, él no debería haberme defraudado, pero yo podría haber sido más sabia y haber vigilado más mi corazón.

Como chicas cristianas, usualmente oímos las palabras “guarde su corazón”. Es una frase muy utilizada cuando se habla de pureza, pero yo nunca había entendido bien lo que significaba. Dios nos habla tres veces en el libro de Cantares para no despertar el amor antes de la hora.

Pero ahí que pregunto: ¿Cómo?


1. Guarde su mente

Como siempre, Jane Austen acertó totalmente. En el libro Orgullo y Prejuicio, el Sr. Darcy dice: “La imaginación de una mujer es muy rápida; salta de la admiración para el amor y el amor para el matrimonio en un instante”. Amén, Sr. Darcy.

Ves a un tipo hermoso. Descubres que es cristiano. Y encuentras una manera de hablar con él, y se quedan conversando por un tiempo. Él es adorable. Tú te emocionas, y con mariposas en el estómago, antes incluso de darte cuenta, estás pensando si su nombre va bien con tu último nombre. Por favor, dígame que no soy la única que lo hace.

Nos quedamos soñando y obsesionadas por el muchacho que nos apasionó. Nos quedamos imaginando escenas con él, y pensando cómo sería tener hijos con los ojos y la sonrisa de él, dejamos nuestras mentes viajar. Después de todo, eso no lastima, ¿no? Lastima más de lo que percibimos.

Cuando hacemos eso, deshonramos no sólo al muchacho por el cual estamos enamoradas, sino también a nuestro futuro marido. Es como si estuviéramos coqueteando con la lascivia. Jesús nos dice que el adulterio comienza en el corazón, en los lugares secretos de nuestra mente. Él dice que... cualquiera que mira a otra persona con una intención impura, ya cometió adulterio en su corazón (Mateo 5.27-28).

Por más que escribir “Sr. y la Sra. _______” en su diario no sea lascivia, quedarse soñando y obsesionarse por un muchacho puede alimentar patrones de pensamientos que fácilmente pueden llegar a ser pecaminosos. Yo no soy perfecta. Por años dejé que mi imaginación viajara antes de percibir cuánto puede ser destructivo. Hábitos son difíciles de romper y todavía me veo ocasionalmente luchando contra estos pensamientos.

Mantener sus pensamientos puros es una manera de honrar a los hombres presentes en su vida y a su futuro marido.Para que quede más claro, hay una diferencia entre ser tentada y ceder a la tentación. No es pecado creer que un muchacho es hermoso, pero puede llegar a ser un pecado si estás alimentando pensamientos obsesivos y que pueden llegar a ser lascivia. No es malo admirar la personalidad o el carácter de alguien, pero es incorrecto dar a su propia mente el permiso de quedarse viajando sin ningún pudor.

Guardar tu mente puede ser la cosa más difícil que tú constantemente practicarás durante tu vida. Pero vale la pena. Memorice versículos bíblicos, y empiece a repetirlos cuando estés pasando por momentos difíciles. Cuando te encuentres resbalando en esa área, para y ora por alguien. Rellena tu mente con cosas buenas y puras y piensa intencionalmente en ellas. La parte más importante de guardar tu corazón es guardar tu mente.

2. Cuidado con sus interacciones en las redes sociales

Por más que el Instagram, Facebook y Whatsapp puedan ser útiles para relaciones a distancia, puede ser fácil engañarse con relaciones que aún no se han establecido al usar esas herramientas. Las interacciones que hacemos en línea forman parte de una dimensión diferente. Ellas muestran una pequeña parte de la vida, la personalidad y las creencias de una persona. Usted puede pensar que está enamorada de alguien, pero en realidad ni conoce a esa persona bien. Puede parecer todo muy real, pero en realidad no lo es. Ella alimenta una imagen idealizada de la persona, lo que no sucedería tan fácilmente si la relación fuese cara a cara.

Tenga cuidado y use su discernimiento a la hora de intercambiar mensajes, direcciones, sms, y otras formas de comunicación que son posibles con las redes sociales. No entregue su corazón a las relaciones virtuales.

3. Establezca límites (y no tenga miedo de comunicarlos)

Es esencial establecer límites para que la relación sea sana y orientada hacia Dios. Sea dentro de amistades, o en una relación amorosa, esos límites ayudan a mantener el foco en Dios y en mantenernos puros, en vez de enfocarnos en nuestros propios sentimientos.

Estos son los combinados que hacemos antes de comprometernos. No lo hacemos con la intención de ser legalistas, o de tener una lista de cosas que podemos o no hacer. Nosotros lo hacemos para nuestra propia protección. Tener límites en el contacto físico, en las interacciones en línea, en los tiempos que pasamos solas, y en otras áreas de nuestras vidas puede proveernos claridad. Tú nunca tendrás que preguntarte: “¿Hasta qué punto puedo ir?” Si ya ha trazado esos límites. Si alguien supera estos límites, es totalmente apropiado que usted apunte eso a la persona y pídale que respete lo combinado.

Yo la aliento a pensar en esos límites con sus padres, un líder u otra persona que usted confía. Y entonces...

4. Preste atención a ellos

Me siento muy feliz de haber tenido esa iniciativa. Mi madre y mi hermana sabían de las conversaciones que tenía con ese muchacho. Ellos tenían el permiso para leer todos los e-mails que intercambiaba y muchas veces pedía para que hagan eso. Estoy muy agradecida por esta rendición de cuentas. Esto no sólo me hizo mantener la cabeza en el lugar correcto, pero también me ayudó durante las semanas que me sentía confusa después de dejar de recibir las respuestas.

Sea con uno de sus padres, una hermana mayor o un líder; rendir cuentas es una de las maneras más importantes de guardar su corazón. Nada bueno viene de mantener secretos en una relación. Otras personas pueden ayudarte a ver las situaciones con más claridad cuando estás romantizando el mundo a tu alrededor. Pueden ayudarte a mantener una visión realista acerca de lo que está sucediendo. Pueden ofrecerte consejo, oración y sabiduría que no sólo te preparará para una futura relación, sino también fortalecer la relación que ya tienes con Jesús.

5. Deja que Jesús guarde tu corazón

Después de compartir la situación con una amiga, ella me envió un mensaje diciendo: “Tal vez el Señor puso una venda sobre los ojos de aquel muchacho, para que él no vea el tesoro que eres. Lo que puede parecer ahora un rechazo, puede ser Dios protegiéndote”. Comencé a llorar después de leer este mensaje.

Por más que no haya hecho un buen trabajo tratando de guardar mi corazón, me di cuenta de que Jesús era el único que podía guardarlo. Incluso cuando yo estaba ciega y enfocada sólo en mis sentimientos, Jesús estaba fielmente guardando mi corazón y protegiéndome. Pero fue necesario que Él sacara esa relación de mi vida para que yo lo vea.

Mi querida hermana en Cristo, la aliento y la desafío a dejar a Jesús guardar su corazón. Sí, las relaciones pueden ser confusas, pero que podamos arrodillarnos a los pies de Cristo día tras día. Que podamos entregar nuestros corazones a Él – todos sus deseos, sus sueños, sus sufrimientos, y emociones – y dejar que él amarre su corazón con su cordón de amor perfecto. Deja que Él deshaga los nudos de rechazo, el dolor de un corazón quebrado y la soledad. Deja que Él te lave con su amor incomprensible y su inmenso corazón.

Entregue su futuro a Él. Entregue todo el control a Él. Buscalo todos los días y toda hora. Pida gracia y ayuda para guardar su corazón y su mente. Pero principalmente, permanezca escondida bajo el cuidado de Sus alas y pierdase en Su amor.

Porque el amor de Él es más fuerte, mejor, más puro, perfecto e inquebrantable que cualquier otro amor en la faz de la tierra.


¡Amaría oír de tí!
  • ¿Has pasado por algo parecido a lo que comparti?
  • ¿Qué pasó y qué aprendiste con esa experiencia?
  • ¿Cuál de los puntos citados arriba es el más difícil para tí? ¿Por qué?
  • ¿De qué otras maneras puedes guardar tu corazón?
Deja tus comentarios.

________________
Texto original en inglés del blog Girl Defined, traducido y editado con permiso por el equipo del blog Chicas en la Verdad. Texto para lectura en portugués.

También te puede interesar:

0 comentários

Síguenos en Instagram

@chicasenlaverdad