El primer paso para una vida verdadera
21.4.21Karen Szymanski
Me encanta cocinar, mezclar, oler y degustar los sabores, amo todo eso, siempre te dicen que para tener un buen resultado, hay que seguir la receta correctamente, así es, aunque hay personas que no siguen recetas y de igual manera son excelentes, ya en mi caso, no es así, si me olvido un detallecito de la receta algo sale mal, creanme que al final se nota, o la masa es muy dura o muy blanda, y así, entonces prometí hace tiempo que siempre de alguna manera voy a llevar mi libro de recetas conmigo o voy a memorizar las medidas y cocinar así.
Soy una persona muy perfeccionista, luchó mucho contra eso, pero sí, mi frase lema es:
“Si voy hacer algo, voy hacer lo mejor”. Entonces procuro y procuro, pero lo que quiero que enfoquemos aquí es que:
“Para tener un buen resultado, debemos seguir la receta al pie de la letra”.
Y si tú deseas sinceramente ser una chica en la Verdad, una chica según Dios, porque lo amas, debes seguir cada paso que el estipulo en su Palabra, no como reglas, sino como directrices para crecer cada día más, no para ser “la chica perfecta”, sino para la gloria de Dios, entonces, comencemos.
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Primero lo primero:
En uno de mis libros favoritos de Paul Tripp, Instrumentos en las manos del Redentor, él cuenta una historia muy hermosa que comienza así:
“Por un breve periodo de tiempo cuando Dios creó el mundo, personas perfectas andaban en un mundo perfecto en perfecta comunión con Dios” (pág. 18)
Así es, esta historia inicia en la Creación, el Dios que sustenta todo el Universo, decidió crear un mundo, no porque lo necesitaba, más porque lo quería, porque deseaba tener otras criaturas para amar. Él decidió crear el mundo y todo en lo que Él hay por amor, y lo creó para su propia gloria, para que esas criaturas lo adoren, sirvan y glorifiquen, viviendo para él, por él y en él.
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1.1)
La historia es real, ok? Ella está en la Palabra de Dios, es tú historia y la mía. Todo camina bien, Dios manda a dos seres humanos creados a vivir en obediencia, trabajar para Dios, glorificarlo, etc, todo por amor a Él. Una perfecta relación.
Pero... y esa es la parte que interrumpe la narrativa en Génesis.
Leemos en el capítulo 3 o en las palabras de Paul Tripp:
“...lamentablemente, toda esa perfección no duró mucho” (pág. 19)
Por la desobediencia del hombre y su deseo de vivir independiente de Dios, esa relación de armonía se rompió.
“Las personas empezaron a desear el ser servidas, pero odiaban servir. Deseaban el control y nutrían ilusiones autosuficientes. Ellos se olvidaron de su Creador, pero adoraron la creación. En vez de amar a las personas y usar las cosas para demostrar ese amor, amaron las cosas y usaron a las personas para conseguirlas” (pág. 19)
El pecado entró al mundo y nos separó completamente de nuestro Dios Creador, nos distorsiono la identidad, y es desde ese día que el ser humano se pasa buscando
un sentido de vivir, una forma de llenar su vacío, pues sin Dios, no somos nada. El ser humano pasó a mirarse a sí mismo como su dios y a vivir para sí mismo.
Pero, y amo este pero, las cosas no se quedaron así, en el versículo 15 del capítulo 3 de Génesis, Dios pronuncia unas palabras que son un poco difíciles de entender:
“Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la de ella; su simiente te aplastará la cabeza, pero tú le morderás el talón”
Esta promesa no tendría sentido, hasta muchísimos años después, esta es la promesa de que un Mesías vendría, Alguien que pudiera volver a unirnos con el Padre, Alguien que pueda conectarnos nuevamente con nuestro Creador.
Ya que los seres humanos eran pecadores, y Dios es un Dios Santo que no soporta el pecado delante de él, nuestra relación se volvió imposible, el hombre ya no vivía para lo que fue creado: Dios. Entonces se volvió inútil, en las palabras de Pablo a los Efésios: muerto.
“En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados, en los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían según el que gobierna las tinieblas, según el espíritu que ahora ejerce su poder en los que viven en la desobediencia. En ese tiempo también todos nosotros vivíamos como ellos, impulsados por nuestros deseos pecaminosos, siguiendo nuestra propia voluntad y nuestros propósitos. Como los demás, éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios” (Efesios 2.1-4)
¿Cómo alguien muerto puede ser restaurado? ¿Cómo es que un muerto pide ayuda? Es imposible, sin vida no hay nada que hacer, por eso
Aquel que es la vida...
“Yo soy... la vida, le contestó Jesús. Nadie llega al Padre sino por mí” (Juan 14.6)
Por la voluntad de su Padre, entró a nuestro mundo, lleno de justicia y verdad, jamás pecó y como un sacrificio pudo pagar esa deuda Él Único que pudo pagar y pagó.
Pero ¿por qué te estoy contando todo eso? Pues dejame decirte que tu vida no comienza hasta que crees en esta verdad, sin esta verdad del Evangelio (Cristo) en tu vida, estás absolutamente perdida, pasarás toda tu tiempo aquí en la tierra, buscando por propósitos e intentado luchar para entender quién eres, para que existes, etc.
Yo ya estuve ahí y déjame decirte que es inútil, es horrible, es correr y correr y nunca detenerse.
Mas Dios con su gran amor con que nos amó nos dio vida.
Quiero que pienses en todo esto, porque si no crees en esta verdad los próximos pasos son inútiles, no podemos vivir en la verdad, si no conocemos a Aquel que es la Verdad (Juan 14.6). Oro para que el Espíritu Santo, Dios mismo, te llene de fe y pases a confiar en Él plenamente como tu único Salvador, somos pecadoras pérdidas, necesitamos de un Salvador, necesitamos de Alguien que nos libere y ese Alguien es Jesús.
¿Crees en esto?
Desde el momento que pasas a creer en esta verdad la Biblia, la misma Palabra de Dios dice que eres una Hija de Dios:
“Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios” (Juan 1.12)
¿Lo entiendes?, volviste al lugar para el que fuiste creada, ahora puedes comenzar a tener una relación hermosa con Dios. y en el proceso, la biblia nos dice que Él nos está transformando para ser como sus primeras criaturas, para ser lo que ÉL desea que seamos, ¿y qué mejor que eso?, estás en las manos de Aquel que te ama, él prometió comenzar una obra en tu vida y acabarla, y en todo ese proceso estar contigo, para así tener una verdadera vida, llena de significado, recuerda: eres Hija de Dios.
¿Y ahora como Hija de Dios, que debo hacer?
No te pierdas la segunda parte de nuestra caminata como Chicas en la Verdad! Vuelve la próxima semana.
Ahora…
Te invito a leer quién eres en Cristo, en Efesios capítulo 1.
¿Tienes alguna duda o pregunta, te gustaría que oraramos por tí?
No dudes es escribirnos, tenemos un equipo de chicas como tú que quieren ayudarte y escucharte. Escribenos tu mensaje.
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Texto para lectura en portugués.
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