COMO TENER UN CUERPO IDEAL EN 2 SEMANAS (PARTE 1)

18.6.19

Mayara Olimpio

¿Cuántas veces ya leíste “pierda dos kilos por semana”, o “disminuya sus medidas en un mes” y te interesaste? Y después de seguir el post con algunos sacrificios, ellos hasta funcionaron por un tiempo. Después de esas promesas de transformación llamar nuestra atención, vemos que siempre dos factores están envueltos para que alguna cosa suceda: alimentación y ejercicio físico.

Por eso, en estas próximas dos semanas, veremos lo que la biblia dice sobre estos aspectos. Infelizmente, encontramos muchas exhortaciones sobre disturbios alimenticios y vanidad, pero ¿será que Dios dejó instrucciones de como cuidar nuestro cuerpo? ¿Sera que puedo tener un cuerpo ideal biblicamente hablando?

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Es importante saber que nosotras, las hijas de Dios, debemos glorificar a Dios con nuestro cuerpo, porque somos de Él...

“Si vivimos, para el Señor vivimos; y, si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o que muramos, del Señor somos” (Romanos 14.8)

Somos morada del Espíritu Santo...

“¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios” (1 Corintios 6.19-20)

Es un privilegio para nosotras, pero también es una responsabilidad tremenda. Nuestro cuerpo físico está totalmente ligado con nuestra parte inmaterial (emociones, voluntades, etc), por tanto, nuestra vida espiritual alcanza a nuestro físico. Un ejemplo de eso fue cuando David no confeso su pecado – él empezó a sentirse mal físicamente...

“Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir de todo el día” (Salmo 32.3)

Dios creó la alimentación y, por haber sido creada por Dios, es buena...

“También les dijo: Yo les doy de la tierra todas las plantas que producen semilla y todos los árboles que dan fruto con semilla; todo esto les servirá de alimento. Dios miró todo lo que había hecho, y consideró que era muy bueno. Y vino la noche, y llegó la mañana: ese fue el sexto día” (Génesis 1.29,31)

Ella sirve para sustentarnos y mantenernos saludables...

“Haces que crezca la hierba para el ganado, y las plantas que la gente cultiva para sacar de la tierra su alimento: el vino que alegra el corazón, el aceite que hace brillar el rostro, y el pan que sustenta la vida” (Salmo 104.14-15)

La alimentación hace parte de nuestras necesidades básicas, pero también de nuestro placer...

“¡Anda, come tu pan con alegría! ¡Bebe tu vino con buen ánimo, que Dios ya se ha agradado de tus obras!” (Eclesiastés 9.7)

Y como hijas de Dios sabemos que es una de las formas más comunes en nuestro medio de estar en comunión...

“No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad” (Hechos 2.46)

Jesús citó alimentos en parábolas, compartió momentos de refrigerio, varias de las comparaciones de proverbios son hechas con el alimento, en muchos momentos los personajes bíblicos están a la mesa, entonces es nítido que este elemento hace parte de la vida humana. Lo que tal vez tú nunca has notado es que el pecado entro en la humanidad a través de la tentación de la comida...

“La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que tenía buen aspecto y era deseable para adquirir sabiduría, así que tomó de su fruto y comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió” (Génesis 3.6)

Jesús fue tentado después de haber ayunado... (lee la historia aquí), muchas de las luchas diarias nos llevan a disturbios alimenticios como glotonería, bulimias, anorexia, vicios, hasta incluso la ansiedad sobre lo que vamos a comer.

Sabiendo que nuestra vida espiritual es tan importante para que nuestro físico este dentro del padrón ideal, entonces debes nutrirte bien espiritualmente primero, Jesús igualmente dijo que no es sólo el alimento lo que importa...

“Jesús le respondió: Escrito está: No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4.4)

“La vida tiene más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa” (Lucas 12.23)

El salmista relata que la Palabra de Dios es más dulce que la miel...

“Son más deseables que el oro, más que mucho oro refinado; son más dulces que la miel, la miel que destila del panal” (Salmo 19.10)

Debemos entonces buscar a Dios y su Palabra, antes de buscar una dieta para un cuerpo ideal. Somos saludables cuando meditamos, guardamos y practicamos la Palabra...

“¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra? Viviendo conforme a tu palabra. Yo te busco con todo el corazón; no dejes que me desvíe de tus mandamientos. En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti. ¡Bendito seas, Señor! ¡Enséñame tus decretos! Con mis labios he proclamado todos los juicios que has emitido. Me regocijo en el camino de tus estatutos más que en todas las riquezas. En tus preceptos medito, y pongo mis ojos en tus sendas. En tus decretos hallo mi deleite, y jamás olvidaré tu palabra” (Salmo 119.9-16)

Jesús es nuestro mayor ejemplo...

“Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra — les dijo Jesús” (Juan 4.34)

Pero como dicen algunos: “barriguita llena, corazón contento”, entonces tenemos que comer. Ya vimos que comer es parte de la vida común y la Biblia no condena esa actividad. Pero ¿cómo comer?

Si vamos a seguir las orientaciones de moda, cada vez haremos eso de una manera diferente. Antiguamente decían que tenemos que comer de 3 en 3 horas, después, especialistas dieron ordenes para que tengamos cerca de 6 a 8 comidas por día, también algunos recomendaron un ayuno intermitente no comiendo algunas cosas que antes eran esenciales, en fin, siempre aparece algo nuevo.

¿Notas como esclaviza seguir algunas dietas? 1 Coríntios 6.12 deja muy claro para todos que no podemos vivir controlados por nada... Todo me está permitido, pero no todo es para mi bien. Todo me está permitido, pero no dejaré que nada me domine. Esa esclavitud no es coherente con nuestra nueva vida en Cristo...

“Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” (2 Corintios 5.17)

En la iglesia primitiva los alimentos eran una discusión frecuente, pues muchos de los cristianos venían de una cuna judía, que posee una porción de restricciones, y condenaban a quienes comía eso o aquello, entonces no es algo nuevo saber manejar la alimentación en la Biblia. La respuesta está en nuestra libertad en Cristo...

“Así el pecado no tendrá dominio sobre vosotros, porque ya no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia” (Romanos 6.14)

“Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manteneos firmes y no os sometáis nuevamente al yugo de esclavitud. Os hablo así, hermanos, porque habéis sido llamados a ser libres; pero no os valgáis de esa libertad para dar rienda suelta a vuestras pasiones. Más bien servíos unos a otros con amor” (Gálatas 5.1‭, ‬13)

Hablando de nutrición, lo ideal es comer alrededor del 50% de la comida en vegetales crudos o cocidos, 25% en proteínas y el otro 25% en carbohidratos. Esto nos ayuda a tener un parámetro. Otro dato interesante es que nuestra longevidad depende cerca del 75% de nuestra alimentación. Por eso necesitamos interesarnos con lo que ingerimos, considerando el largo plazo. Los médicos declaran que lo que ingerimos interfiere también en nuestro humor, llevando a un desequilibrio físico, con dolores de cabeza, fatiga, irritabilidad, somnolencia, falta de energía y otros.

De forma práctica, cambie la comida chatarra por preparar sus alimentos, hornear o cocinar al vapor en lugar de freír, snacks sanos como frutas y proteínas prácticas como quesos, o incluso verduras rebanadas. Cargue una botella con agua. No repita comidas sólo porque la comida estaba rica. Consuma menos alimentos procesados, opte por alimentos “in natura”. Tenemos tanto acceso a buenas orientaciones por Internet, use con sabiduría los “clics” que usted puede dar. Siga la página de nutricionistas realistas, normalmente aprendemos muchos consejos de sustitución que pueden ayudar mucho.

Es triste ver que muchas veces nos juntamos para pecar en el área de alimentación. Te dejo el desafío para hacer total diferencia en eso en el medio en que vives. La solución no está en la dieta que sigues, sino en el estilo de vida que tienes y tu motivación para vivir. Come sin miedo, sin convertirte en esclava, neurótica, pero evaluando el daño que alguna comida puede causarte también, piensa si eso no es una fuga de tratar algún pecado, o la sustitución de un vicio, o falta de cuidado con lo que Dios te ha dado.

Recuerda:

“En conclusión, ya sea que comáis o bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10.31)

Pero para un cuerpo ideal, necesitamos más que sólo controlar biblicamente nuestra alimentación: el ejercicio físico es esencial. Pero como tratar con el versículo: “Porque el ejercicio físico para poco es provechoso” (1 Timoteo 4.8)?

Lo veremos la semana que viene!
Nos encantaría saber que piensas al respecto, déjanos tus comentarios...

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Texto original en portugués del blog Conselhos Para Meninas, traducido y editado con permiso por el equipo del blog Chicas en la Verdad.

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