¿CÓMO TENER UN CUERPO IDEAL EN 2 SEMANAS? (PARTE 2)

25.6.19

Mayara Olimpio

Vimos la semana pasada que necesitamos apegarnos a un estilo de vida consciente en relación a nuestra alimentación, basados en la Palabra que alcanza no sólo tu cuerpo ideal. Tener una alimentación saludable y equilibrada glorifica a Dios.

“En conclusión, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios” (1 Coríntios 10.31)

Pero ¿de qué sirve cambiar nuestra mente en cuanto a lo que ingerimos y tener una vida sedentaria? Es muy incoherente. ¿Será que basadas en 1 Timoteo 4.8 la Biblia es contra el ejercicio? Claro que no! En este pasaje tenemos que recordar el contexto, Pablo escribió para un joven en una cultura que valorizaba más el ejercicio físico y la exhibición del cuerpo. Así el enfoque del apóstol era la instrucción sobre el liderazgo de la iglesia y lo que debería ser valorado de hecho, la piedad. Inclusive, Pablo uso como una ilustración el ejercicio, o sea, la práctica de la buena doctrina y de las verdades de la fe.

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No fue solo esa vez que Pablo utilizo el deporte o el ejercicio como ejemplo para ayudar en lo que estaba diciendo...

“¿No saben que en una carrera todos los corredores compiten, pero solo uno obtiene el premio? Corran, pues, de tal modo que lo obtengan. Todos los deportistas se entrenan con mucha disciplina. Ellos lo hacen para obtener un premio que se echa a perder; nosotros, en cambio, por uno que dura para siempre. Así que yo no corro como quien no tiene meta; no lucho como quien da golpes al aire. Más bien, golpeo mi cuerpo y lo domino, no sea que, después de haber predicado a otros, yo mismo quede descalificado” (1 Coríntios 9.24-27)

“Manteniendo en alto la palabra de vida. Así en el día de Cristo me sentiré satisfecho de no haber corrido ni trabajado en vano” (1 Coríntios 2.16)

Y muchos otros pasajes también...

“Me fijé que en esta vida la carrera no la ganan los más veloces, ni ganan la batalla los más valientes; que tampoco los sabios tienen qué comer, ni los inteligentes abundan en dinero, ni los instruidos gozan de simpatía, sino que a todos les llegan buenos y malos tiempos” (Eclesistes 9.11)

“Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante” (Hebreos 12.1)

Se demuestra así que los deportes eran algo común, usual en varios momentos bíblicos.

“Para mantener un cuerpo saludable tú necesitas ejercitarte con regularidad. Los ejercicios aumentan el metabolismo basal y ayudan a disminuir el apetito. Pero recuerda que no te debes exceder, y que los ejercicios no son sólo para perder peso” (Maria Cecilia Alfano).

Como fue dicho en la primera parte de este artículo, nuestro cuerpo material (físico) está ligado a nuestro inmaterial, y eso también se aplica a los ejercicios, por tanto, si quiero tener una vida fitness para la gloria de Dios, necesito tener a la actividad física como parte de mi vida.

El ejercicio vinculado a una alimentación equilibrada nos trae como beneficio un peso ideal, la disminución del riesgo de enfermedades cardíacas, de las aterosclerosis (bien común en la mujeres), de la diabetes, mejora los niveles de colesterol, aumenta la flexibilidad de los ligamentos y tendones (ideal para que no haya torsiones) y así obtener resistencia muscular. Además de eso, producimos hormonas que influyen en nuestra rutina, como endorfinas, que producen un analgésico natural, relajando el cuerpo y llevando una sensación de bien estar. Otra hormonas producida es la hormona del crecimiento (GH), y también el catecolaminérgico, un grupo que comprende adrenalina y adrenalinas que prepara el cuerpo para el impacto. El trabajo de todas esas hormonas combate la sensación de ansiedad y el insomnio, la depresión y la irritabilidad, el funcionamiento del sistema intestinal, dentro de otros beneficios.

No te olvides: está todo junto, material e inmaterial!. Sabemos que no es solamente tener una vida física equilibrada y listo, muchos problemas citados arriba tienen una fuerte relación con nuestro corazón y nuestra relación con Dios, pero los cuidados con nuestro cuerpo influyen bastante.

¿Sabes aquel mal que te atormenta todos los meses? ¿El síndrome pre-menstrual? Estudios comprobaron que ejercitarse regularmente con intensidad leve o moderada hace que los síntomas disminuyan o dejen de existir. Vale la pena disminuir las influencias de tensión pre-menstrual, pues coopera para la disminución de situaciones en que tu puedes reaccionar de forma pecaminosa.

Algo que puede parecer nuevo para ti son los adictos al ejercicio, la vigorexia. El extremo siempre es perjudicial, tanto el sedentarismo cuanto el otro lado. El exagerar con los ejercicios puede hacer irregular el ciclo menstrual, causando fatiga muscular, lesiones, un desequilibrio neuroendocrino, pudiendo causar alteraciones en el comando de las hormonas, el hipotálamo, llegando inclusive a disminuir la función de los ovarios que son estimulados por las hormonas y llevar una menor densidad osea por eso, llegando a desenvolver una osteoporosis.

Además de los malestares físicos, necesitamos analizar lo que está en nuestro corazón cuando deseamos demasiado hacer deportes y ejercicios, al punto de priorizar eso en la vida. Sin contar que debemos evaluar si estamos corriendo... detrás de un cuerpo perfecto por motivos que realmente agradan a Dios, o por el simple hecho de querer llamar la atención.

Considera estas dos semanas de informaciones bíblicas y practicas para tener un cuerpo ideal no solamente a los ojos del mundo, sino principalmente a los ojos de Dios, cuidando de aquello que es importante y glorificando a Dios con sus pequeñas decisiones al comer y ejercitarse.

“Engañoso es el encanto y pasajera la belleza; la mujer que teme al Señor es digna de alabanza” (Proverbios 31.30)

Y tú ¿qué piensas?
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Texto original en portugués del blog Conselhos Para Meninas, traducido y editado con permiso por el equipo del blog Chicas en la Verdad.

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